viernes, 20 de noviembre de 2020

El Sargento Contreras

El Bibliotecario Jefe Deguerro y el Epistolario Becker pusieron al tanto al Teniente Zarran de todos los detalles de la misión encomendada. La fuerza para la tarea debía ser un pequeño equipo heterogéneo de astartes que pudiera cumplir un amplio espectro de misiones. Además, solo comunicaría los progresos a Deguerro y al Señor del Capítulo Kantor directamente. 

Había un punto que a Zarran se le hacía difícil digerir. El jefe del equipo no sería elegido por él. Para el Teniente suponía una afrenta a su honor, pero los bibliotecarios habían intentado hacerle entrar en razón.



-Se ha consultado el Tarot Imperial repetidas ocasiones antes de tomar esta decisión, Teniente.- Dijo Becker.- Y en todas ellas las lecturas han sido claras. El líder del equipo no debe ser alguien escogido por usted.



-En el pasado hemos ignorado lecturas del Tarot y han supuesto contratiempos o desastres para los planes del capítulo, Zarran.- Refrendó el Bibliotecario Jefe.- Además, el Epistolario Becker cuenta con experiencia en estos asuntos, adquirida directamente en el Palacio Imperial.



-Bien, entonces decidme quién va a ser el líder del equipo.- Quiso saber Zarran.



Ambos bibliotecarios se miraron durante unos segundos, y finalmente Deguerro habló.



-Tanto nosotros como el Señor del Capítulo coincidimos que dicho puesto debe ser ocupado por el Sargento Veterano Contreras.



-Contreras…- Dijo el Teniente, atragantándosele el nombre en la garganta.



Contreras y él eran viejos conocidos. Enemistados desde que Zarran era sargento en la segunda compañía y Contreras su segundo jefe de combate. Contreras era demasiado impulsivo y temerario en ocasiones, y sus debates sobre los preceptos del Codex Astartes y las discusiones por sus temeridades eran famosas en la segunda compañía.


Con el paso del tiempo Zarran fue promocionado a sargento veterano en la primera compañía, y Contreras ascendido a sargento. De esta manera las tensiones se enfriaron y cada uno siguió su camino.


Pero los problemas volvieron durante la campaña de Freyja. La escuadra de exterminadores de Zarran estaba apoyando la línea de defensa de la segunda compañía frente al ataque orko, y él estaba al mando de aquel sector tras caer herido el Capellán Adorius. La escuadra de Contreras mantenía el flanco izquierdo, rechazando al enemigo con disciplinadas ráfagas bolter. Pero en un impás de la batalla el enemigo vaciló y el sargento Contreras solicitó permiso para realizar un contraataque. A pesar de que se le denegó la petición finalmente cargó al frente de su escuadra penetrando en las líneas orkas, matando a muchos enemigos y desbaratando el flanco. Pero los demás puños carmesíes no siguieron el avance de Contreras, y se mantuvieron en sus posiciones bajo las órdenes de Zarran.


Al percatarse de que nadie le había seguido, Contreras decidió volver a sus líneas, pero los orkos habían cerrado la brecha y se vio cercado. Finalmente logró regresar, pero tres hermanos de batalla perdieron la vida. 


Enfurecido por la pérdida de los astartes de su escuadra, Contreras acusó a Zarran de haberle negado el apoyo y haber dejado que los marines espaciales murieran. Zarran afirmó que había sido el propio Contreras quien rompiendo la línea desobedeció sus órdenes y puso en peligro no solo a su escuadra, sino a toda la línea de batalla de los Puños Carmesíes.


Finalmente la discusión se dirimió en un duelo de honor, donde venció Zarran, dejando el rostro de Contreras marcado por una cicatriz. Durante los años siguientes Contreras aplacó su temeridad y llegó a convertirse en uno de los mejores mandos de escuadra del capítulo, siendo promocionado a la primera compañía como sargento veterano de vanguardia tras el desastre de Mundo Rynn.



-¿Y en que se basan para afirmar que Contreras es la opción adecuada? Su falta de ortodoxia en la aplicación del Codex Astartes es peligrosa - Dijo Zarran molesto.



-Precisamente esa heterodoxia con respecto al Codex es lo que hace a Contreras adecuado.- Dijo Deguerro.



-En este tipo de misiones vamos a necesitar de alguien que sepa adaptarse rápidamente a la multitud de enemigos y situaciones que vamos a encontrarnos, y que sepa trabajar con iniciativa propia estando aislado. Pocos jefes de escuadra del capítulo son tan aptos como él.- Becker afirmó.



Los bibliotecarios estaban en lo cierto, reflexionó el Teniente Zarran. A pesar de sus defectos, trabajar fuera de la estructura de una compañía o del capítulo parecía algo adecuado para Contreras, y si todo lo que le habían dicho era cierto, iba a necesitar de toda su osadía y flexibilidad en esta misión.



-Está bien, estoy de acuerdo con ustedes.- Aceptó el Teniente.- Pero no me hago responsable de sus faltas ni insubordinaciones. Ustedes lo han elegido, así que es problema suyo. Mientras mantenga una información fluida sobre la evolución de las operaciones, me da igual lo que haga.



-No se preocupe, yo mismo me encargaré de que sea puntual en sus comunicaciones.- Dijo el Epistolario Becker.- Ahora, pongámonos a trabajar. Usted reúna a los marines espaciales adecuados para esta misión y póngalos al día con la información que le hemos dado. Yo iré a hablar con el Sargento Veterano Contreras.


Sargento Veterano Contreras.













lunes, 16 de noviembre de 2020

Misiones secretas

Finalizada la reunión con Pedro Kantor, el Capitán Solano y el recién ascendido Teniente Zarran se dirigieron a las instalaciones de la quinta compañía, donde se  reunieron a todos los jefes de escuadra y les pusieron al tanto de la nueva situación.

Las nuevas órdenes fueron bien recibidas por la mayoría de ellos, aunque los hermanos primaris se mostraron algo desilusionados de no poder unirse a la compañía en la campaña del Sector Nephilin.

La incorporación del Teniente Zarran también fue bien recibida por todos. Conocían sus hazañas como miembro de la primera compañía, y en especial la defensa que hizo con su escuadra de exterminadores en el Espaciopuerto de Nueva Rynn durante la invasión del Waaagh Snagrod. Para ellos era como tener una leyenda viva entre ellos.

Tras la reunión todos los sargentos se marcharon con sus respectivas escuadras para empezar a cumplir las órdenes y directivas que les habían sido comunicadas. 

Zarran se dirigió a sus estancias en los barracones de la primera compañía para recoger su equipo y material y trasladarse a su nueva destino. Cuando llego vio que alguien estaba esperándolo en las puertas de los barracones. Era el Bibliotecario Jefe Deguerro.


-De nuevo, enhorabuena por su ascenso, Teniente Zarran.- Saludo Deguerro.- Veo que ya va se ha presentado en su nueva unidad y esta listo para empezar con el trabajo encomendado.


-Así es Bibliotecario Jefe.- Contesto Zarran.- Pero debo suponer que hay algo más, ¿verdad? No habéis venido hasta mis viejos aposentos solo para felicitarme.


-Vuestras suposiciones son ciertas, Teniente.- Sonrió el bibliotecario jefe.- Si no es mucha molestia, me gustaría que me acompañarais al Librarium.


El Teniente Zarran asintió y ambos marines se encaminaron hacia el Librarium de la fortaleza. Cuando llegaron Zarran fue conducido hasta una de las estancias laterales anexas a la biblioteca del El Cassar, a la cual entro con el Bibliotecario Jefe Deguerro. Tras unos segundos una puerta situada al otro extremo de la sala se abrió y entro otro bibliotecario. Era más alto que Deguerro o Zarran y llevaba un sobretodo sin mangas de cuero marrón oscuro que contrastaba con el azul eléctrico de su armadura. Sin duda se trataba de una psíquico primaris, dedujo Zarran.

En cuanto se cerraron las puertas y el bibliotecario recién llegado ocupo su lugar, Delevan Deguerro comenzó a hablar.


-Como sabréis Teniente, la invasión orka de Snagrod y la destrucción de la antigua fortaleza de Arx Tyrannus supusieron un duro golpe para el capítulo.- Dijo el Bibliotecario Jefe.- Se perdió mucho en aquellos días, hermanos de batalla, armamento, vehículos, semillas genéticas… Toda nuestra existencia pendía de un hilo, y gracias a las decisiones de nuestro Señor del Capitulo Pedro Kantor logramos sobrevivir para seguir combatiendo.


Al oír las palabras de Deguerro y recordar aquellos hechos Zarran sentía una mezcla de rabia y orgullo. Rabia por los desgraciados sucesos que casi acaban con los Puños Carmesíes, y orgullo de como en aquella hora oscura supieron sobreponerse y reaccionar para salvar no solo al capítulo, si no al Mundo de Rynn.


-Ahora hemos recuperado nuestra fuerza y volvemos a ser una de las más importantes espadas del Imperio.- Prosiguió Deguerro.- Gracias a nuestros nuevos hermanos los Puños Carmesíes son más fuertes que nunca. Pero aunque hayamos recuperado nuestro número, nuestro armamento y nuestra semilla genética, hay algo que se perdió que todavía no ha sido recuperado. La destrucción del Arx Tyrannus se llevó por delante todo el conocimiento y los secretos guardados en el Librariun de la fortaleza.- Dijo el Bibliotecario Jefe.- Aunque existían copias de seguridad aquí en El Cassar y que muchos documentos pudieron ser recuperados tras la guerra, el conocimiento del capítulo está incompleto.


El bibliotecario primaris activo una mesa holográfica en la que se mostraron diversos listados de documentos y objetos. La lista era extensa, pero el Teniente Zarran suponía que no estaba completa.


-Aquí podemos ver una lista de aquel conocimiento que ha podido ser recuperado a los largo de los años.- Dijo Biblitecario Jefe.- Y en esta otra holoimagen vemos algunos de los documentos y secretos que hemos perdido y de los cuales no tenemos ni la menor pista.


-¿Por qué me mostráis esto, Bibliotecario Jefe?- Pregunto Zarra.


-Vuestras órdenes oficiales son integrar a los nuevos puños carmesíes primaris y prepararlos para combatir codo con codo con las demás fuerzas del capítulo.- Recordó Deguerro.- Si habéis podido ojear la tabla de datos que se os dio, veréis que hay una serie de pequeñas misiones a lo largo y ancho del Sector Loki. Todas responden a peticiones de ayuda de planetas imperiales o a informes de presencia de fuerzas enemigas en el sector. Pero hay algo más.


A Zarran se le erizo el vello de la nuca ante las palabras del Bibliotecario Jefe. Estaba al tanto de cómo funcionaban los poderes psíquicos y la disformidad, y no era supersticioso, pero siempre había tratado el asunto con distancia. Era un guerrero, y sabía que siempre había un movimiento para detener un golpe, o una buena cobertura para evitar el fuego, pero frente a los poderes de la mente solo una fuerza de voluntad de hierro era la defensa más fiable. Y a veces ni eso era suficiente.


-En todos estos lugares se encuentran pistas sobre conocimiento que se perdió durante el desastre de Rynn y no han podido ser recuperados.- Continuo Deguerro.- Las misiones que tienes ahí tienen una doble función: acabar con los enemigos del Imperio y encontrar ese conocimiento para nosotros.


-Es una misión complicada, Bibliotecario Jefe.- Dijo Zarran.- Mis guerreros y yo podemos sin problemas encargarnos de los enemigos, pero la investigación y búsqueda de conocimiento perdido no es nuestra especialidad.


-No os preocupéis, tendréis ayuda.- Sonrió Delevan Deguerro.- Os presento al Epistolario Gustav Becker, quien se encargara de la investigación de las pistas que encontréis. El Epistolario Becker no es solo un psíquico experto, también ha estado en Terra y ha podido estudiar las fuentes de las bibliotecas del Palacio Imperial.


Gustav Becker se aproximó hasta el Teniente Zarran y le saludo con un apretón de manos. El bibliotecario primaris era una cabeza más alto que el teniente y  más corpulento. Tenía una media melena y una perilla de pelo blanco que resaltaban sobre su piel morena.


-Sera un placer ayudar en esta misión, Teniente.- Dijo Becker.


Bibliotecario Epistolario Gustav Becker de los Puños Carmesíes.



miércoles, 11 de noviembre de 2020

Ordenes

El Relicarium Tactico de la fortaleza de El Cassar era una estancia circular construida en mármol blanco y negro y engalanado de esculturas de alabastro y jade. Una cúpula de cristales blindados permitía que la luz natural entrara en el recinto, pero en ese momento se encontraban velada para facilitar la lectura de los hologramas de datos y mapas que había desplegados en ese momento.

En el puesto de mando se encontraba el Señor del Capitulo Pedro Kantor. Junto a él estaban el Bibliotecario Jefe Delevan Deguerro y el Capitán Icario, jefe de la 1ª Compañía. Al otro lado del tablero táctico se encontraban el Capitán Razal Solano y el Sargento veterano Zarran, de la 5ª y 1ª Compañía respetivamente.


-Como ya sabéis, gracias a la ayuda recibida por el Primarca Roboute Guilliman y sus nuevos Adeptus Astartes Primaris hemos logrado salvaguardar la supervivencia del Capítulo de nuevo.-Dijo Kantor.- Ahora podemos volver a desplegar nuestras fuerzas por la galaxia para atender las peticiones que nos llegan de los sistema imperiales del Segmentum Tempestus.


Todos en la sala asintieron ante estas palabras. Tras el desastre del Waaagh Snagrod el capítulo había quedado reducido a menos de la mitad de sus efectivos, además de haber perdido la fortaleza capitular de Arx Tiranus. A pesar de ello, con esfuerzo y duro trabajo habían vuelto a aumentar el número de marines espaciales y poco a poco se acercaban a la recuperación de su fuerza total.

Pero cuando se desató la inmensa tormenta de disformidad y la brecha consecuente conocida como la Cicatrix Maledictum, Mundo Rynn y su sistema fue atacado por fuerzas demoniacas. A pesar de la denodada defensa de los Puños Carmesies, los demonios arrasaron planetas enteros y causaron muchas bajas a los marines espaciales, tantas que la sombra de una nueva tragedia se cernió sobre ellos.

Pero la providencial llegada de la Cruzada Indomitus con el Primarca Guilliman a la cabeza logro salvar a los Puños Carmesies y al sistema Rynn de la destrucción. Es más, Roboute Guilliman trajo consigo un importante contingente de marines espaciales primaris con los colores y la heráldica del capítulo, listos para unírseles y reforzarlo.


-Sé que muchos tenéis vuestras reservas con respecto a estos nuevos astartes y me las habéis expresado.- Continuo Pedro Kantor.- Pero en los pocos meses que llevan con nosotros han demostrado ser unos guerreros excepcionales y unos dignos hijos de Rogal Dorn, y aunque no estén muy familiarizados con nuestras tradiciones y formas de hacer la guerra, están integrándose positivamente.


En un principio los destacamentos de marines primaris habían quedado directamente dependientes del señor del capítulo, fuera de la estructura orgánica de las compañías, agregándose a estas de forma operativa cuando la misión lo requería.


-Es momento pues de que acojamos a estos nuevos hermanos en el seno de nuestro capitulo como debe ser.- Dijo el señor del capítulo.- De esta manera las escuadras de marines espaciales primaris se integraran en las compañías. Los más veteranos lo harán directamente en las compañías de batalla, cubriendo su número, y los demás pasaran a las compañías de reserva. La primera compañía permanecerá como hasta ahora, salvo por algunas promociones propuestas tras esta última campaña.


-No os preocupéis.- Dijo el Bibliotecario Jefe Deguerro ante el gesto torcido de los capitanes presentes- El Librarius mantendrá en todo momento una estrecha vigilancia sobre estos nuevos miembros del capítulo.


-Bien. Siguiendo con más asuntos os comunico que desde hoy mismo entraran en vigor las nuevas enseñanzas del Codex Astartes actualizadas por Guilliman.- Dijo Kantor.- La más importante de ellas para nosotros es la creación del puesto de Teniente en las compañías de batalla.  

- Capitán Solano, deberéis elegir a uno de vuestros sargentos más experimentado para que sea promocionado a este nuevo empleo.- Prosiguió.- El otro puesto de teniente de vuestra compañía será asumido por el Sargento Veterano Zarran aquí presente.


Solano giro su cabeza para mirar a Zarran y asintió.


-Como ordenéis mi señor.- Dijo el capitán.- Conozco el historial de Zarran y sé que cumplirá en el puesto de forma satisfactoria.


El Sargento Veterano inclinó su cabeza en señal de agradecimiento hacia el Pedro Kantor y el Capitán Solano.


-Muchas gracias por la confianza puesta en mí, mi señor.- agradeció Zarran.- No os defraudare en este nuevo cometido.


-Esto seguro de ello Zarran.- Respondió Kantor.- Bien, a continuación os daré a conocer las misiones que se os van a encomendar.


El capitán Icario accionó unas runas de la consola de mapas y datos. En ella se desplegaron diversos informes y peticiones de ayuda imperiales, así como dos mapas de zonas de guerra.


-Capitán Solano.- Comenzó a decir Pedro Kantor.- Tomareis media compañía y marchareis a reuniros con el Grupo de Batalla Kallides en el Sector Nephilin. Los elementos primaris y las demás escuadras de vuestra compañía se quedaran en Rynn con el Teniente Zarran.


-Zarran.- se dirigió el señor del capítulo al teniente.- Tu misión será integrar y enseñar nuestras tradiciones y tácticas de batalla a los nuevos hermanos primaris. Para ello os voy a asignar misiones de limpieza y destrucción de elementos hostiles en el Subsector Loki. Espero que estas pequeñas acciones sirvan para integrar mejor a los astartes.


El capitán Solano y el Teniente Zarran asintieron ante las palabras del señor del capítulo. El capitán Icario se adelantó y les entrego una tabla de datos a cada uno.


-Aquí tenéis los detalles de vuestras misiones.- Dijo Kantor.- Ahora marchad y preparad vuestras fuerzas, el Imperio nos necesita y los Puños Carmesíes volveremos a demostrar que somos dignos hijos del Primarca Rogal Dorn.




lunes, 2 de noviembre de 2020

El Lobo Herido

 El hangar de transporte del "Basatia" era un hervidero de actividad frenética. Para un observador poco informado podría parecer que el pánico se había apoderado del lugar, y podría ser así si uno se fijaba en los servidores y capataces humanos de la nave, pero la presencia de los astartes de seria expresión hacia que ese pánico quedara contenido, evitando el caos.

El sentimiento general era de preocupación y seriedad. Las Thunderhawk habían aterrizado con los heridos y supervivientes del combate en Obsceru II. Las bajas habían sido altas, incluyendo al propio capitán Eburo Garokan.

La patrulla de combate había descendido al mundo colmena de Obsceru II para reconocer aquel lugar he intentar establecer un puesto avanzado allí. Pero el ataque repentino de un gigantesco contructo mecánico dio al traste con la misión. El enemigo concordaba con las características de una Caballero de Imperial, y sus marcas y colores indicaban pertenencia al Mechanicus o a alguna de sus ramas.



El Caballero de origen desconocido ataca
a los Lobos de la Tormenta la ciudad colmena
de Obscura II


El intento de establecer comunicaciones no sirvió para nada, y aquel gigante ataco a Eburo Garokan y a su escolta, acabando con muchos buenos marines y dejando muy mal herido al capitán.


                                                                            *    *    *

Un silencio sepulcral inundaba la antesala del Apothecarion del "Basatia". Allí esperaban el Capellán Olindico Thurro y el Teniente Caturon Bagarok, y ambos tenían gestos de preocupación en sus rostros. 

Aquella campaña no estaba yendo bien. A la primera derrota contra la expedición de Colonos de Moon´eghros en Kurda Parsis había seguido una victoria contra las fuerzas del Adeptus Custodes en Alcanar Prime tras una amargo enfrentamiento, pero les había permitido establecer una base de operaciones fuerte en aquel planeta. 

Enfrentamiento en Alcanar Primer entre las fuerzas 
del Adeptus Custodes y las de la 2ª Compañia de los 
Lobos de la Tormenta.


La campaña había seguido su curso intentado establecer puestos avanzados en Mandralla y Obsceru II, pero el resultado había sido catastrófico. En Mandralla fueron atacados por fuerzas blindadas astartes desconocidas, aunque algunas criptocapturas de las armaduras de combate mostraban emblemas inquisitoriales en algunas fuerzas enemigas. Y ahora la derrota en Obsceru II dejaba a la fuerza de combate de la 2ª Compañía de los Lobos de la Tormenta en una situación delicada.

Para mas desgracia, las heridas sufridas por el Capitán Garokan eran muy graves, y el apotecario no tenia muchas esperanzas de que el resultado fuera bueno.

De pronto las puertas del Aphotecarion se abrieron y salió Cadrolon Uxentio. La túnica blanca de apothecario con los emblemas de los Lobos de la Tormenta y de la 2ª Compañía estaba cubierta de salpicaduras de sangre en el pecho y brazos, y la expresión del rostro de Cadrolon era de cansancio y gravedad a la par.

El apothecario tomo aire y si dirigió al capellán y al teniente.

-La cirugía a sido larga y difícil.- Dijo.- Ha perdido el ojo derecho y tenido que reconstruir esa zona del rostro con una placa de plastiacero, pero he logrado salvar su capacidad cerebral y neuronal prácticamente intacta. 

El Capellán Olindico y el Teniente Caturon respiraron aliviados, pues su capitán viviría.

-Pero no va a ser una recuperación fácil.-Prosiguió Cadrolon.- Las heridas anteriores han empeorado y necesita de cuidados intensivos durante un tiempo. 

Olindico asintió al oír estas palabras y se dirijo a Caturon.

-Tal como marca el Codex Astartes, ante la ausencia del capitán de la compañía será el teniente designado el que se haga cargo de la misma.- Dijo el capellán.- Teniente Caturon Bagarok, la fuerza de combate de la 2ª Compañía de los Lobos de la Tormenta esta bajo su mando.

Caturon Bagarok inspiro hondo y su rostro se torno en una mascara de solemnidad.

-Acepto esta responsabilidad con orgullo y honor, y espero cumplirla tal y como manda el Codex Astartes y los Preceptos del Capitulo.- Dijo el Teniente.- Pero jamás podre alcanzar el éxito sin vuestra ayuda, capellán. Por eso os solicito que seáis mi consejero y apoyo durante estos tiempos oscuros para los Lobos de la Tormenta.

-Así será Caturon. Yo seré vuestro consejo y vuestro apoyo durante el tiempo que sea necesario.- Contesto Olindico.

-Gracias Capellan. Como el lobo herido debemos ahora buscar refugio seguro y sanar nuestras heridas. Hacernos fuertes y esperar el momento adecuado para volver a atacar y acabar con todos los enemigos y traidores que pueblan este sistema.- Dijo Caturon.- Apothecario Cadrolon, cuide de nuestros heridos y asegúrese de que su recuperación es total y satisfactoria, y mas en el caso de nuestro capitán. 

-Así lo hare Teniente.- Contesto Cadrolon.

-Y ahora Olindico, vayamos al Relicarium Tactico. Reúna a todos los jefes de escuadra de la compañía y a los oficiales del "Basatia".- Prosiguió.- Pondremos rumbo a Alcanar Prime y estableceremos un nuevo plan estratégico.

Teniente Caturon Bagarok, mando accidental
de l a 2ª Compañia.